Carrasca Milenaria
La Carrasca Milenaria de Culla fue Declarada Árbol Monumental de la Comunidad Valenciana
Este impresionante árbol es la encina más grande de toda la Comunidad Valenciana, tiene unos 20 metros de altura, 7 metros de circunferencia del tronco, 35 metros de diámetro de las ramas y un peso estimado de 75 tonelada.
Se encuentra en la carretera que une Culla con Torre d'En Besora, junto a la masía Bassa.
Según documentación obtenida del blog de Pablo Esparza...
Desde los albores de los tiempos y hasta la Edad Moderna, la Península Ibérica estaba cubierta por un casi impenetrable bosque dominado por encinas, que albergaba también alcornoques, quejigos y otros robles. Bajo estos árboles crecían jaras, lentiscos, retamas, madroños, labiérnagos, cantuesos, etc., conjunto al que se denomina bosque mediterráneo.
La encina fue, junto con el roble, un árbol sagrado en el mundo mediterráneo. Los celtas totemizaron a la encina, la llamaron Kaërquez, árbol hermoso, que hoy bajo la versión latina de Quercus da nombre científico a este mítico árbol.
Según la leyenda, en la cultura celta los druidas (sacerdotes y sabios de los árboles) danzaban en sus rituales alrededor de las encinas. Símbolo de justicia y fuerza, este árbol formaba también parte de ciertos ritos y creencias a los que los griegos se encomendaban para el conocimiento de lo divino y de lo humano.
Los romanos, por su parte, consagraron la encina a Júpiter, pues la consideraban símbolo de constancia y fidelidad. Y en la obra más importante sobre la agricultura y los montes de la España musulmana, el "Libro de Agricultura", del sevillano Abu-Zacaría, se dice "hay de varias clases: de bellota larga y corta, dulce y amarga.
La encina es un árbol silvestre que nace de suyo en montes entre piedras y en terrenos duros y no duros... y se hace más corpulenta en tierra donde hay agua." Describe asimismo la encina de bellota dulce, con la que se puede hacer pan.
Durante siglos, este árbol ha supuesto un magnífico ejemplo de relación armónica entre la naturaleza y el aprovechamiento por el hombre; en los períodos de hambre fue sustento básico, significando en algunos casos la supervivencia de muchas familias.
La encina es, al margen de sus significados simbólicos y culturales a lo largo de la historia y de su aprovechamiento prosaico, uno de nuestros árboles más longevos y hermosos.